A medida que avances, vas a recordar que siempre
fuiste canal, que esa voz interna que susurra verdades profundas está esperando ser escuchada. Este camino
te brinda herramientas para tu propia evolución y, si lo sentís, también para acompañar con conciencia y amor
el proceso de otros.
Lo más importante: vas a construir una práctica espiritual auténtica, intuitiva y tuya, libre de fórmulas rígidas, guiada por tu energía, tu sensibilidad y tu verdad.
